El emblema de la Hermandad lo componen las iniciales de María Salomé dentro de una corona de espinas y todo ello cruzado con una caña, estos dos últimos elementos representativos del Ecce Homo.
La Hermandad de Santa María Salomé procesiona con la tradicional túnica totanera negra con fajín color salmón, en el que aparece bordado el símbolo de la Hermandad.
De los primeros datos económicos que poseemos de la Hermandad se ha de destacar la dedicación de significativas cantidades a la reparación y mantenimiento del trono. A lo largo de la década de 1940 se invertía en este concepto una cantidad que rondaba el 25% de su presupuesto.
En 1950 los hermanos realizaron un pago extraordinario de 5 pesetas destinado a reformas del paso. En el año 1951 se concretó en una aportación de 5 pesetas mensuales. Este deseo por procesionar con un trono en adecuadas condiciones llevó a la Hermandad a concertar en 1953 con el artesano de Lorca don Ramón Segura Martínez la reparación y dorado del trono de Santa María Salomé. Estos trabajos, ajustados en el precio de 24.600 pesetas, debían realizarse adornando con diferentes tallas los pisos del trono que descansaban sobre su armazón, destacando «ocho brazos de cuatro luces, cuatro ménsulas para flores, dieciséis tableros tallados, ocho piezas alegóricas a relieve». Las tallas debían ser «doradas a la corla, como asimismo todo el maderamen de dicho trono, excluyendo en esto varas y fondos no visibles». En 1970 se concertó la construcción de un nuevo trono con don Manuel Cuenca Molina.
El trono actual tallado en madera de nogal fue realizado en el año 1991 por el totanero don Andrés Romera Martínez, tras ser elegido su proyecto por los hermanos cofrades de entre varios presentados.