Las hermanas cofrades de la Santísima Virgen de la Esperanza desfilan con el atuendo de «manola», consistente en vestido negro, mantilla clásica española, también negra, sobre peineta, escapulario de la cofradía, rosario en la mano y velón corto. Atuendo sencillo, austero y elegante para acompañar a la Madre de la Esperanza que junto al Santísimo Cristo de la Agonía desfilan con majestuosidad y silencio en la noche de Miércoles Santo por las calles de Totana.
La imagen de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Esperanza procesiona en la noche de Miércoles Santa en carroza, cubierta de palio. Fue construida en el año 1972 en los talleres de los orfebres ciezanos Francisco Penalva Marín e hijos. El paso del tiempo hizo necesario intervenir sobre ella para repararla y ofrecerla con la dignidad que fue concebida. A este fin se llevaron a cabo obras de restauración en los años 1992-93, consistentes en el adorno con una serie de nudos en los varales y rosetones laterales, también en el dorado de la misma. Igualmente en 2003 se hubo de actuar de nuevo sobre ella. Esta tarea se realizó en el taller del orfebre sevillano don Antonio Santos. Ha consistido, básicamente, en la sustitución de los paños de chapa que forran la carroza, el dorado de los mismos y el cincelado de dibujos de palmas, con la colocación de las primitivas cartelas y el cambio de las molduras. En la parte superior se procedió a la instalación de otras trabajadas con dibujos de gallones intercalados con pequeñas hojas de acanto. Las molduras inferiores se cambiaron por otras de estilo cuello de paloma con hojas de acanto. Asimismo a las pilastrillas se les añadió nueva ornamentación en sus laterales a fin de buscar una mayor armonía del conjunto. En el varal se han sustituido los tubos lisos por otros cincelados con dibujo. Respetando el basamento y nudotes, se le ha añadido una pieza entallada y cincelada en la parte central. Todo el conjunto ha sido pulido y abrillantado para darle un baño de plata de ley. Igualmente se procedió a ennoblecer el campo de velas con la colocación de 32 candelabros de distintas alturas. Esta actuación se pudo contemplar en todo su esplendor en la noche de Miércoles Santo de 2004.
La carroza se cierra con un impresionante palio en el que lleva bordado en hilos de seda el rostro de Cristo, obra realizada en el año 1996 por la bordadora cartagenera doña Maribel Pan Guillén, completando la decoración del mismo con una serie de ondas para las bajadas del palio, trabajo realizado, por esta misma bordadora, entre los años 1998 y 1999.
La carroza se desplaza gracias al esfuerzo de once personas que su interior impulsan la tracción. En la actualidad todas ellas participan de modo voluntario ofreciendo su esfuerzo a la Madre de la Esperanza.