Ilustre Cabildo Superior de Procesiones de Totana

 
Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro

La compañía de caballeros armados, popularmente conocidos como «armaos» es uno de los principales signos de identidad de nuestra Semana Santa.

Los armaos están presentes en ella desde el siglo XVIII. No sabemos en qué momento comenzaron a acompañar la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pero debió de ser pronto porque esta tradición es de hondo calado en Totana, así lo confirman varios testimonios del siglo XIX. Por otra parte, la presencia en esta compañía de miembros de la oligarquía urbana que también estaban vinculados a la Cofradía del Santísimo Sacramento, viene a corroborar este planteamiento. Igualmente sabemos que asistían a los oficios de Jueves Santo y acompañaban el Santísimo Sacramento en el traslado al monumento, tradición que se recuperó hace unos años, después de estar varias décadas sin practicarse.

Además, los armaos tenían por costumbre acompañar a otros pasos en su traslado al templo de Santiago en la tarde-noche de Miércoles Santo.

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús les facilitaba la indumentaria y se preocupaba de su mantenimiento, como también de la bandera, tambores y demás elementos identificativos.

A fin de actualizar los estatutos de este grupo y de dar cabida a las mujeres que estaban interesadas en participar en él, la Hermandad modifico en noviembre de 1991 el reglamento de los armaos, recogiendo que podrían ser admitidos como «hermanos o hermanas todas las personas que estén dispuestas a cumplir los requisitos y obligaciones que se fijan en este reglamento».

La compañía de «armaos» está integrada por 50 componentes. Visten una singular indumentaria consistente en sandalia de cuero de características romanas, calceta de algodón, pantalón bombacho rojo, casaca de tonalidades verdes y amarillas, capa roja, peto metálico y morrión de igual material y adornado con penacho de plumas y flores. Portan una pica corta en la mano. A lo largo de su trayecto desarrollan una serie de movimientos que con ritmo acompasado se lo ofrecen a su titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno.

En abril de 1993 participaron, invitados por la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad Autónoma de Madrid al III Ciclo de Música religiosa medieval celebrado en Alcalá de Henares.